lunes, 23 de noviembre de 2015

Hoy

Hoy miro a la vida con los ojos empañados, anegados por el dolor que reflejan nuestras sociedades y nuestra forma de enfrentar los problemas llevándonos por delante todo lo que sea necesario para conseguir los intereses propios.

Hoy leo las noticias con desinterés, las palabras más repetidas son las mismas de siempre: guerra, terrorismo, conflictos, desastres... ¿Sólo tomamos lo negativo por noticia o el mundo tiene demasiadas cosas negativas que necesitan ser contadas?

Regresa la lluvia, el mal tiempo, a esta ciudad gris. No es más que un reflejo del ambiente vivido cada día en muchas partes del planeta. Hoy los problemas y desgracias no solo forman parte del "Tercer Mundo", ni de los países enfrentados entre sí. Hoy hasta quienes vivimos en relativa paz corremos peligro. Es el peligro de un futuro negro, incierto. Un futuro que nuestros antecesores no han querido -aunque hayan podido- cuidar. Hoy creces, estudias, trabajas y construyes una vida -como ellos lo hicieron-, lo que no asegura que vayas a poder disfrutarla de la misma forma.

Hoy la contaminación y las temerarias -por no decir estúpidas- decisiones de las clases dirigentes condicionan nuestro porvenir irremediablemente. Los recursos naturales dicen "basta" y aquellos que durante siglos los han explotado sin control pretenden mirar hacia otro lado. Hoy las grandes crisis económicas corren a nuestro cargo y las empresas privadas/multinacionales tienen mayor poder de decisión sobre el futuro de un territorio o país que el país mismo. 

Hoy me encuentro con una vida desgastada, con un pasado que ha truncado el futuro y un presente que espera de brazos cruzados sin hacer nada por cambiarlo.

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