He pasado épocas llorándole al sol, cantándole a la luna. He perseguido sueños que han muerto antes de llegar a meta, y he desistido, me han vencido, he yacido junto a ellos en una cuneta.
Me he levantado con la mente puesta en el pasado, he caminado hacia atrás recuperando fantasmas de un tiempo que he tardado en enterrar. Me he aferrado a ese ingenuo sentimiento de felicidad que solo las cosas puras nos pueden dar.
He nadado lagos de culpabilidad; cruzado desiertos de vergüenza, rechazo, soledad. Me he disfrazado de carnaval para no cumplir tantos deseos de verme llorar. He rechazado la mano enemiga, renunciado a cultivar una falsa amistad. Me he negado a firmar la paz de una guerra en la que nunca quise estar.
He tirado piedras en tu cristal, roto tu ventana por ver ese rostro capaz de devolverme todo lo que durante tantos años se ha quedado en el camino. Y ahora que estás...
Has borrado el dolor,
cerrado el pasado,
cambiado el futuro.
Ahora que estás,
has abierto la puerta
hacia un nuevo mundo.
Has encerrado las dudas
en un silencio mudo.
Ahora que estás,
cada día es menos
amargo el despertar.
Y Ahora que estás,
tengo que marchar...
...Pero no sin saber que te encontraré a mi regreso, y así seguir regando las semillas de un amor que ha crecido bajo el yugo del tiempo.
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