viernes, 30 de diciembre de 2016

Anhelos de medianoche

No voy a negar que de vez en cuando siga echándote de menos. 
No voy a borrar de mi memoria los recuerdos que durante tantas noches construimos.
Y otra noche más desde la soledad de mi balcón observo esta plaza desierta.
Vacía. Como tus últimas palabras.
Oscura. Como una pequeña parte de mi dejaste tras tu repentina huida.

(Ya no sé quién eres. Y tú nunca llegaste a comprender quién soy). 

Me mareo entre un ligero humo que se disipa como tus volátiles besos sobre mis labios. Secos, cansados de repetir en alto tus huecas explicaciones, tratando de encontrarlas un significado. Cómo una mirada tan pura pudo guardar tal engaño, cómo una sonrisa tan sincera pudo causar tanto daño. Fuiste reclamo, pero no cura. Hiciste herida abandonándome en un vertedero de dudas.

Aún a día de hoy sigo en busca de la explicación que alivie la dureza con la que pusiste punto y final. Y aunque me repita que te extraño, es esa libertad que me entregabas -cuando a mi te entregabas- lo que en realidad anhelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario